Estos días todo el mundo habla de la apertura del Nuevo Ikea de Malaga y de las fiestas de Haloween, a base de publicidad unos nos venden sus muebles y los otros sus disfraces para una fiesta que nos han vendido como si se tratara de una nueva Coca-Cola.
Parece como si no hubiese más tiendas donde comprar muebles en Málaga que en IKEA, pero la realidad es que hay muchas y muy buenas y encima son malagueñas, dan mejor servicio y no hay que esperar ridículas colas.
La fiesta de Haloween nunca ha tenido raíces entre nosotros pero a base de publicidad están imponiéndonos una fiesta que nada tiene que ver con nuestras tradiciones.
Lo que hace falta es menos Ikea y más ideas, menos Haloween y más tradiciones malagueñas.